Chalecos de pesca, la inesperada tendencia de la temporada

El nuevo lujo se enfoca en la generación Z y en su estética, sus preferencias musicales y sus actividades en tiempo de ocio. Por eso, el chaleco de pescador vuelve a estar en la lista de las tendencias más top de la temporada. Perfecto para los días de entretiempo y las actividades al aire libre. Una de las ventajas que supone esta prenda es su ligereza al tratarse de un tejido fino y sin mangas, aunque lo que más potencia su uso en la actualidad es la capacidad de almacenamiento que tiene. Los bolsillos que antaño surgieron para guardar anzuelos y cebo para la hora de la pesca, ahora sirven para meter el móvil, las llaves de casa, la tarjeta de transporte público, los auriculares... Porque ahora el ocio está en la calle.

Qué es un chaleco de pesca

El chaleco de pescador puede tener diversas variantes en función de la cantidad y el tamaño de los bolsillos que contenga. Al contar con, al menos, cuatro huecos en los que almacenar todo lo necesario, esta pieza se convierte en el perfecto accesorio con el que acomodar el estilo del día a día.

Sin necesidad de ir a practicar esta disciplina en tu tiempo de ocio, el chaleco se convierte en un aliado adecuado para el entretiempo. No solo ayuda a mejorar el look consiguiendo una estética muy urbana, sino que además es cómodo y funcional porque permite llevar todo lo necesario sobre el cuerpo sin necesidad de accesorios adicionales que pueden molestar o incluso olvidártelos, además de dejar los brazos libres para un mejor movimiento. Es el compañero perfecto del mundo skater o para moverte por la ciudad en cualquier otro medio.

Además, con esta tendencia recuperada de nuestros padres y abuelos, se le carga con una connotación simbólica de rebeldía e inconformidad con la situación actual. Los millennial y los más jóvenes pertenecientes a la Generación Z son el grupo social más reivindicativo, por encima de los punk de los 80. Aunque estos últimos tuvieron una fuerza ideológica mayor, ya que supusieron una revolución en sí misma.

Tipos de chalecos de pesca

En cuanto a la estética que se puede escoger, los hay para todo tipo de gustos, a pesar de no ser una tendencia muy fácil de combinar y con la que sentirse a gusto a la primera de cambio. Requiere de pruebas previas y de llegar a encontrar el modelo que mejor sienta a cada cuerpo. Además, también dependerá de todo lo que se necesite llevar encima a diario, ya que entonces se pondrá decantarse mejor por un modelo más liso u otro con más compartimentos.

Diferencias

• En un principio, la mayor diferencia radica en el cierre, que se puedes encontrar con botones tradicionales o de clip, así como una cremallera que acabará siendo más funcional y cómoda a la hora de abrochar.
• Los bolsillos son lo siguiente en la morfología de la prenda a destacar, ya que cuenta con un mínimo de cuatro que se dividen en dos a cada lado del cuerpo, añadiendo cremalleras que forman parte de los bolsillos invisibles adicionales en algunos modelos.
• Por otro lado, lo más normal es encontrarnos con chalecos de pescador en colores neutros y lisos, ya que son más comunes y ponibles, lo que es interesante para ir empezando a familiarizarse con esta renovada tendencia.
• Pero si lo tuyo es arriesgar, puedes apostar por los estampados más llamativos y coloridos, como lo son los de tipo camuflaje, en acabado reflectante o con una capa impermeable. Puedes combinarlo con una estética muy urbana o con un pantalón de pinza, deportivas y camiseta básica estampada, para dar un toque de estilo propio.

Inspiración años 90

Las tendencias en moda se recrean en anteriores estéticas que saben encontrar su hueco en las generaciones actuales. En este caso, los años 90 supusieron una década del desarrollo de las grandes marcas de lujo, tal y como las conocemos hoy. La calle dicta las tendencias futuras de la pasarela, por lo que los chalecos de pescador se han desempolvado y han salido de su hábitat original.

Si los gorros de pescador y las riñoneras también volvieron a ser los aliados de las tribus urbanas de hace dos décadas, ahora lo han vuelto a conseguir con las generaciones más jóvenes. Gracias a que son pequeñas y en ellas cabe lo imprescindible para pasar el día fuera de casa, el chaleco de pescador tenía las horas contadas para que acompañara a este accesorio. Para aquellos que quieran desprenderse de sus mochilas de tela, las riñoneras usadas a diario o llevar todos los bolsillos llenos, esta pieza puede ser una opción perfecta. Más allá de lo funcional, el chaleco también puede dar un giro a tu estilismo y aportarle un toque más urbano y desenfadado.

Fueron los raperos de los 80 y los 90 los pioneros de estas tendencias en moda, al igual que el uso del chándal de tactel y el auge más de las marcas asociadas a las zapatillas deportivas más allá de las pistas o el deporte en sí mismo. La gran mayoría de los jóvenes que recurren a esas referencias de antes son aquellos que no tuvieron el placer de vivir la época, aunque las transforman y se adaptan a las necesidades actuales.

Otros accesorios recurrentes que están al día pueden verse claramente en los porta tarjetas colgantes aunque ahora son más destacados los que sirven para poner el móvil en ellos-, las cangureras o el arnés. Tres piezas más que se suman a las tendencias de ahora que, en una visión más general, destacan por ser meras piezas de accesorio. Esto deja clara la idea de que, hoy por hoy, nos vestimos para identificarnos y que cada una de las piezas tienen un significado específico.

Colecciones de referencia

Si Vetements con Demna Gvasalia u Off-White con Virgil Abloh son dos de las marcas de lujo que mejor representan las tendencias del momento, sobre todo en lo referente a los gustos de las nuevas generaciones, y el chaleco de pescador no podía faltar como referencia cultural. Invadiendo los estilismos de las nuevas estrellas del trap del momento, las marcas han visto su oportunidad en la estética de los raperos de los años 90. Otro gran diseñador que ha apostado por el chaleco representativo de la última década del siglo XX es Junya Watanabe, que se ha recreado en las tendencias más callejeras. De este modo, se lleva al extremo la idea de lo urbano a los escaparates más exclusivos. Una muestra más de que la inspiración y la creatividad actual reside en la calle.