La pequeña de la familia Suárez también es toda una experta en temas de joyería. Con una estética muy minimal y cuidada, las piezas de oro, plata y piedras preciosas han alcanzado otro nivel de comercio, muy alejado de la tradicional opulencia que una joya representaba antaño que la firma Aristocrazy ha abanderado desde su fundación en la primera década del siglo XXI.
Ahora son las nuevas generaciones, los jóvenes modernos en la era de Instagram, los que realmente ensalzan este tipo de marcas. Una manera totalmente diferente de generar repercusión en tu público potencial a través de las redes sociale s. Una visión atractiva de las joyas que va mucho más allá del poder, asentando su base en el estilo y el cuidado estético.
En pequeñas dosis.
Nació en el año 2010 tras un largo proceso previo de estudio y fue fundada por la tercera generación de joyeros Suárez. De manos de los hermanos Emiliano, Gabriel y Juan ?siendo este último el encargado de dirigir todo el proceso- se transformó la referencia joyera en términos de poder y sofisticación, para pasar a convertirse en piezas delicadas perfectas para su uso diario y con un carácter más informal y relajado. Se han convertido en los accesorios de moda que todo el mundo desea tener.
Aristocrazy se ha convertido en una firma líder en la creación de estas piezas tan deseadas. Se encasilla entre la bisutería y la alta joyería, gracias a los diseños más relajados y la cantidad de creaciones con las que cuenta, pero realizados con los materiales más preciados y a la manera tradicional. Con esta casa se estaría hablando de High End Jewelry, ya que está muy relacionada con el concepto de la moda y las tendencias, más allá de formar piezas únicas imposibles de ponerse.
La joya de la calle.
Pese a que la firma joyera va dirigida principalmente a los jóvenes compradores, Aristocrazy ofrece una experiencia de compra Premium debido a su calidad. Si bien sus tendencias pueden referirse a la creación de piezas tan atractivas visualmente y sencillas a la vez, que se recrean en copias para su venta en los puntos físicos de la marca a un nivel parecido al low cost, pero a través del uso de herramientas tecnológicas y técnicas tradicionales para transformar las piedras preciosas en joyas.
La marca cuenta con calidad y exclusividad a un nivel experto, pero sus joyas son consideradas como accesorios de moda, mucho más alejada de la idea de ostentación y poder tradicional que una joya podía transmitir. Su crecimiento a nivel comercial es constante, pese a haberse creado en plena crisis económica y dentro de un sector en el que el público ya no estaba tan interesado por los altos recursos que requerían sus piezas.
Entre sus escaparates acristalados destacan las joyas con un carácter minimal y todas ellas cuentan con unos precios que se consideran asequibles, teniendo en cuenta la calidad de los materiales nobles con los que están realizadas cada una de las piezas expuestas. Al fin y al cabo, tampoco pueden alejarse mucho del bolsillo de clase media, ya que son joyas de diario que muchos exhiben de manera cotidiana y como un complemento más de su estilismo.
En crecimiento y expansión.
Ha ido creciendo poco a poco hasta convertirse en una parte totalmente independiente de su casa madre Suárez. Aun así, dentro de Aristocrazy hay toda una red de espacios diferenciados en el cual se centran en un punto concreto de cada producto, ya sean relojes, pendientes, anillos, pulseras, brazaletes... Por lo que su creación a través de técnicas tradicionales y el estudio de cada una de las piezas en su estrategia clásica no se ha perdido nunca.
Dirigido a un público mayoritariamente juvenil, sigue las tendencias y se enfoca en lo último para conseguir ser una marca referente entre estas generaciones más jóvenes. Esto radica en que Aristocrazy es capaz de ofrecer una sección de piercings y además te los puedes hacer en tienda, sin perder el objetivo de joyería a nivel experto. También tienen joyas con las que jugar y experimentar a través de una experiencia de compra totalmente enfocada en el consumidor en la cual vas acumulando joyas concretas según tus compras (Tummy Game).
Para poder acertar en este concepto de tendencias a pie de calle, hay una de las normas que no se pueden saltar dentro de la casa: quien empieza en Aristocrazy tiene una jornada de formación intensiva en una de sus tiendas, donde suceden las cosas, según defienden desde dentro de la firma. Ahí es donde se observa si realmente un producto tiene salida en el mercado actual, si gusta, las reacciones del público potencial y la creación de nuevas estrategias de venta o de diseño.
Una vez desarrollado su potencial en España, la marca cuenta con una proyección internacional respaldada por sus seguidores, sus embajadores y las redes sociales. Es más, ha llegado a desfilar como accesorio imprescindible en la pasarela Mercedes Benz Madrid Fashion Week con un Madrid Fashion Show propio junto a algunas de las firmas más innovadoras y vanguardistas del momento.
Sus tiendas físicas se sitúan siempre en centros comerciales destacados y calles comerciales de gran tránsito de personas. Esto provoca que la firma Aristocrazy esté enfocada en el público de gran consumo tecnológico, lo que hace enfocar a la marca en la creación de un producto digno de las redes sociales y perfecto para el ecommerce indirecto.
Otra de las diferencias principales entre esta joven marca y el resto de joyerías de prestigio son sus campañas, que cuentan con un potente componente donde destacan aquellas más llamativas y atrevidas con un carácter muy tecnológico. Totalmente diferenciadas de las clásicas relacionadas con la joyería donde la opulencia y la ostentosidad estaban marcados. En Aristocrazy, destaca sobre todo la gran adaptación de las tendencias y gustos sociales de las generaciones más jóvenes, donde incluso se han podido ver a personajes de gran proyección internacional, Blanca Suárez entre ellas de rostro destacado.