Los contrastes han sido una de las claves de esta colección, tanto en los materiales como en los coloridos. Y es que Valentino sabe cómo mezclar la fragilidad del encaje o la gasa con la rotundidad del cuero, creando diseños femeninos y llenos de personalidad. Sin embargo, el hecho de mantener esa personalidad no ha evitado que viéramos algunas novedades en este desfile. Tras varias temporadas echando de menos el color, por fin una explosión de rosas, azules, verdes y amarillos ha reavivado el estilo de la firma. Además, su seña de identidad, el rojo Valentino, no se ha reducido a un par de salidas sin protagonismo. Más bien ha acaparado algunos de los diseños más interesantes de la colección, como un vestido de cuello camisero en cuero (aunque en una tonalidad casi granate) otro de cuello a la caja en encaje, o una propuesta más vaporosa para la noche.
Aunque la pasarela se llenaba al principio de blanco y negro, con unos minivestidos de siluetas sueltas, y decorados con motivos florales, poco a poco iban apareciendo vibrantes tonalidades de rojo, rosa o azul, en diseños strapless y otros de cuello halter. Y en ese doble juego entre inocencia y una sutil sensualidad, los diseñadores se sirven del encaje, y las transparencias en lugares estratégicos para dar un toque atrevido, sin llegar a la obviedad. Recordemos que entre sus clientas se encuentran algunas de las adolescentes más prometedoras de Hollywood, que por muy fashionistas que sean, no dejan de ser niñas. Sin embargo, y aunque no se pierde la inocencia, encontramos en la colección muchos diseños que también serán aptos para mujeres más maduras. Por ejemplo algunos de los últimos vestidos de noche, con mangas largas y de hombros voluminosos (con reminiscencias de los años cuarenta) en color negro y bordados con flores azules, blancas y verdes.
El vestido, la prenda estrella
Sea con la forma que sea, y se enfoque a quien se enfoque, el vestido, en todas sus vertientes, es el protagonista absoluto. Unos más ajustados, (sin llegar a ceñirse del todo al cuerpo) están formados por encaje y bloques únicos de color. Otros, más vaporosos, y de faldas con más vuelo, emplean finos cinturones para definir la cintura, y aplican manchas de color en escote, hombros y falda. Casi todos se han combinado con sandalias planas, con muy pocos guiños al tacón.
La concesión al pantalón se reduce a un par de salidas, en las que éste se presenta con siluetas sueltas y gran caída, siempre en blanco y negro.
