El Ayuntamiento de West Hollywood, en Estados Unidos, ha aprobado recientemente una ley que prohíbe vender cualquier producto de pelo animal en sus tiendas. La polémica ley comenzará a ponerse en práctica en septiembre de 2013.
Muchos de los establecimientos de la zona, una de las más populares de Los Ángeles, han protestado contra esta medida. Tiendas de lujo como Dolce&Gabbana o Balenciaga serían algunas de las más perjudicadas por esta ley. Si esta norma siguiera adelante, los comercios deberían desprenderse, no sólo de prendas, sino también de todo tipo de complementos que lleven pelo, como cinturones o bolsos.
Según el Ayuntamiento, y con el 85% de votos a favor de sus concejales, esta medida se ha tomado para "tomar un compromiso real por la defensa de los derechos civiles, los derechos humanos y los derechos de los animales". La medida se ha aprobado después de leer varios informes de PETA, en los que se afirma que este tipo de prendas se sirve de pelo de animales que "viven encerrados en granjas y son asesinados de forma cruel".
Reese Witherspoon, en el punto de mira
En California, las leyes para favorecer la protección de los animales son muy duras. Una de las primeras en comprobarlo fue la actriz Reese Witherspoon, que suscitó una gran polémica por lucir un bolso de piel de pitón ilegal. Ante tanta crítica, 'la rubia muy legal' se deshizo del complemento.
Sin embargo, otra asociación denominada FICA, ha explicado en su web que comprar un abrigo de pelo es "más ecológico" de lo que muchos piensan. Afirman que lucir una de estas prendas es un ejemplo del uso sostenible de un recurso renovable. Abogan por lucir pieles de animales como forma de abrigo natural y se enorgullecen de no sentirse mal por ello.
¿Pieles sí? ¿Pieles no? ¿Es realmente una manera natural de proteger nuestro cuerpo o, por el contrario, supone una aberración contra los animales? La polémica está servida.