-
Raúl Rodríguez y Silvia Taulés nos cuentan su papel en 'La familia de la tele'
-
Kiko Matamoros y Lydia Lozano: "Nuestro público es de todas las edades y RTVE tiene un público muy pegado a las novelas, al que tenemos que captar"
-
Carlota Corredera y Javier de Hoyos: "La tele tiene que representar al público también y aquí están todos los perfiles posibles&quo;
-
Así se tomó Felipe VI que la Infanta Sofía no quisiera recibir formación militar
-
Belén Esteban: "Estoy emocionada, muy contenta y muy feliz por llegar a RTVE"
-
Manu Baqueiro: "Tuve como referente a Bruce Willis en 'Luz de Luna' para mi trabajo en la serie 'Perdiendo el juicio'"
-
Magdalena de Suecia responde a las críticas y explica por qué le han permitido lanzar su propio negocio
El pasado 10 de octubre el ex Beattle Paul McCartney y la empresaria norteamericana Nancy Shevell se dieron el sí quiero. El enlace tuvo lugar en el registro civil de Westminster, el mismo sitio donde se casó, 42 años antes, con su primera esposa, Linda Estman.
Para esta ocasión, la empresaria eligió a la que sería su futura hijastra para confiarle el diseño de su vestido de novia. Así, Stella McCartney optó por crear un vestido de corte clásico, y se inspiró en el costurero estadounidense Mainchober.
Dos bodas, dos vestidos similaresMainchober, visionario de la moda actual
Mainchober realizó el diseño del vestido de novia de Wallis Simpson, la que fue esposa de Eduardo VIII, una de las bodas reales más polémicas que se conocen. Mainchober realizó un vestido elaborado en crepé azul, cerrado al cuello, con un fruncido en la parte delantera del cuerpo y entallado a la altura de la cintura. Wallis también lució un tocado de pequeñas plumas rematado con un halo de tul y las únicas joyas que llevaba eran un precioso brazalete, regaló de Eduardo, y su anillo de compromiso.
Vestido de Nancy Shevell y Wallis SimpsonNancy Shevell, por su parte, lució un traje muy parecido al de Wallis Simpson, pero con un toque mucho más moderno. Era de manga larga con seis botones en los puños, de largo por la rodilla y tenía escote en pico. Por delante, el vestido iba abotonado hasta la cintura con 17 botones.
Parece mentira que hayan pasado más de 50 años de un vestido a otro, pero, cierto es, que se parecen muchísimo. Juzguen ustedes.









