Alvarno

La luz de Madrid y el espíritu de París es el lema a seguir por Alvarno, la firma creada por un pamplonés y un francés. Sus caminos se encontraron gracias al azar: una formación junto a uno de los diseñadores más grandes de la historia y el reencuentro tras unos años de crecimiento en la industria por separado. Esta experiencia previa les ha llevado a donde están hoy. Transgresión, rebeldía y prêt-à-couture.

Tras una serie de fases de aprendizaje, grandes firmas son las que avalan a cada uno de los fundadores de la firma española con raíces francesas. Al trabajar codo con codo junto al gran Karl Lagerfeld, tanto uno como el otro han sabido aprender de uno de los mejores creadores de moda de finales del siglo XX y principios del XXI. Experiencia que se llevaron consigo y que, tras dar con otras casas importantes y probar suerte por cuenta propia en sus propios talleres, les acabaron llevando a formar Alvarno.

Técnica y pasión.

Arnaud Maillard pone el espíritu francés, mientras que Álvaro Castejón se ha trasladado de Pamplona a Madrid, la luz de la firma. Entre ellos dos se reparten el trabajo duro que supone llevar adelante una firma de la talla de Alvarno desde el año 2009.

Un año de apertura que a muchos les hubiera echado para atrás. Pero este era un sueño por el que les merecía la pena luchar, pese a la dura crisis que azotaba la economía mundial y, sobre todo, por la decadencia de la industria de la moda en esos momentos. Partiendo de la base de que "la luz, la gente y la alegría que se respira aquí no las encuentras en otras ciudades", tal y como afirman los diseñadores en algunas de sus entrevistas; Alvarno tiene cosas muy diferentes que ofrecer lanzando sus ideas desde una mirada muy cercana y tradicional, pero sin perder nunca su perspectiva más internacional.

Una vez creada la firma, no dejaron escapar ningún proyecto y entre medias ambos compaginaron su dirección creativa de la casa con la de la parisina Azzura durante los años 2013 a 2016. Para ello se valieron de los conocimientos adquiridos en sus inicios a cargo del káiser de la moda Karl Lagerfeld. Junto a él trabajaron en Lagerfeld Gallery, antes de que el alemán la vendiera a unos inversores y acabara por abandonar la firma. Más tarde, cuando sus caminos se separaron y Álvaro Castejón se mudó a Fendi, mientras que Arnaud Maillar se quedó con el káiser durante 15 años antes de abrir su tienda en la madrileña Chueca.

En la actualidad, Alvarno cuenta con una línea de prèt-à-couture, como ellos lo denominan, y otra para novias. Su manera de trabajar destaca por crear piezas únicas y a medida, dejando a un lado las colecciones conseguidas a patrón estándar. Una manera de conceptualizar todavía más la idea de hecho a mano y el valor de exclusividad añadido a su base de trabajo. Una filosofía que se sigue en todas las piezas de mayor presupuesto, respetando a la clienta que ha decidido invertir en algo único y personalizado.

La mente más técnica de Álvaro, gracias a su formación como ingeniero industrial (estudios que abandonaría para perseguir su sueño en Nueva York), es el que mantiene la calidad y la perfección a raya; mientras que la parte más conceptual y con la cual se crea el universo de la casa lo aporta Arnaud. Una división del trabajo con la cual llevan mejorando y llevando sus diseños a medio mundo, destacando incluso en algunas de las alfombras rojas más destacadas del momento.

Dejando huella.

La pasarela de IFEMA durante la Madrid Fashion Week empezó a dar cabida a Alvarno a partir de 2014 ganando el Premio l'Orèal a la Mejor Colección, cuando previamente ya habían desfilado en la capital en 2010. Aunque no solo se reservan a la ciudad de su origen, sino que en Ibiza también han tenido alguna aparición. El ritmo de trabajo en sus talleres es frenético, ya que en cada una de sus presentaciones ninguna prenda o estampado se repite.

Esa destreza y el duro trabajo que cada uno de sus diseños supone les han permitido contar con una tienda propia más allá de las fronteras de España. En el año 2013, junto a su nombramiento como directores creativos de la firma Azzura, la marca propia abre tienda física en China, mientras que la ciudad de Los Angeles es una de las plataformas en las que Alvarno llega a Hollywood gracias a Jamie Alexander y un vestido con semitransparencias, el gran protagonista de la première de Thor.

El barroquismo europeo.

Madrid y París tienen un pasado histórico bien parecido, comparten algunas de sus tradiciones y la cercanía geográfica hace que estas dos ciudades sean los grandes referentes de Alvarno. La luz de la primera y el espíritu libre de la segunda fomentan que su estilo tenga ese aspecto barroco cargado de bordados preciosistas.

Entre sus percheros destacan los vestidos de noche y los de tipo cóctel, muy característicos de las reuniones y eventos creados entre las esferas más altas. Una serie de prendas que resultan perfectos para mujeres con personalidad, que buscan algo totalmente distinto a lo que las demás firmas ofrecen. Cortes, patrones, coloridos, tejidos... un complejo sistema creado gracias al trabajo duro que estos dos diseñadores ofrecen a sus clientas más exclusivas.

Y para aquellos que quieran conocer su lado más solidario y de calle, Alvarno también ha conseguido sacar su lado más tierno e infantil con una colección cápsula creada para Disney. La empresa de animación más importante y potente del momento contactó con los creadores para una colaboración conjunta en la que Mickey Mouse era el gran protagonista de una de las camisetas de la firma. Además, para los nostálgicos, la marca con sede en Madrid también cuenta con una colección inspirada en la mítica saga Star Wars.