La firma de calzados Aldo es una de las reconocidas del mundo de la moda por ofrecer una serie de piezas únicas. Pese a que s u estilo puede pasar desapercibido, su calidad, en unión a sus precios asequibles, hace que esta sea una casa que muchos recomiendan. A pesar de ello, no es europea ni tampoco estadounidense, sino que esta compañía canadiense ha sabido crecer dentro de los dos grandes referentes de la moda.
Desde los bosques de Canadá
Al igual que otros diseñadores y emprendedores del país vecino a Estados Unidos, esta casa de moda ha necesitado de imaginación y creatividad para poder hacer frente a dos de las grandes potencias del diseño, como lo han sido tradicionalmente el centro y oeste de Europa y los estados norteamericanos. Pese a ello, Aldo Bensadoun no se dio por vencido.
Cumplido su tiempo reglamentario dentro del servicio militar obligatoria en territorio francés, El creador de la casa vuelve a su espacio natural. En en Montreal donde decide asentar un negocio dentro del mundo de la moda. Especializándose en el sector del calzado, Bensadoun emprende su negocio gracias a la concesión del espacio en las tiendas de otras firmas.
En realidad, Aldo abrió en una época dura para los negocios canadienses, ya que la gran mayoría no terminaban con buen pie y sus comercios acababan cerrando o formando parte exclusiva de la memoria de Canadá, sin terminar de salir del país ni con posibilidades de expandirse. Tras 50 años desde su nacimiento, la familia sigue siendo la encargada de la empresa y cuenta ya con cuatro generaciones dedicadas al negocio del calzado de lujo.
El camino trazado de Aldo
Sus primeros pasos empresariales los da en 1966. Durante más de cinco años, la casa dedicada al calzado dependerá de los pocos progresos que vaya realizando, con mucha calma y con excelentes resultados. Aunque, realmente, no será hasta el año 1972 cuando esta firma se establezca como tal.
Abre sus primeras sedes en las ciudades más importantes y representativas de todo Canadá, como son Montreal, Quebec, Ottawa y Winnipeg. Por entonces, Aldo no tiene tiendas propias, sino que se tratan de colecciones que se presentan en otras casas de moda importantes del país, como lo era Le Chateau, una tienda mulmarca que era toda una conocida empresa en el norte del continente.
Cuando sí que consigue abrir por primera vez un establecimiento propio bajo las letras de Aldo, es en el año 1978. La calle Saint-Catherine, en Montreal, se convierte así en la primera casilla de salida de la firma. Desde entonces y hasta los años 80, Aldo seguirá creciendo y desarrollándose con soltura, llegando a tener más de 90 tiendas propias en todo el territorio canadiense durante esta época.
Llegados los 90, Aldo decide ir un paso más allá. Es a principios de década cuando se concreta como el lanzamiento hacia el mercado externo. Abre su primera tienda en Boston, siendo Estados Unidos su primera parada en el extranjero. A lo largo de los nueve años siguientes, Aldo coleccionará más de 125 tiendas propias en todo el territorio estadounidense. Mientras tanto, en Canadá, contará ya con más de 180 tiendas y espacios propios en centros comerciales.
Una vez fuera del continente americano, Israel es su siguiente parada. Esta cita tendrá lugar en el año 1994, siendo el país árabe el primero en conseguir saltar el charco y salir del continente americano. Una vez pasado el cambio de siglo, más concretamente en 2001, Aldo vende parte de su franquicia para dar vía libre a la propagación de su firma por los países árabes, grandes compradores de marcas de lujo y de calidad. Emiratos Árabes y Arabia Saudí son las dos encargadas de comprar parte de esos derechos de comercio.
Dos años después de su expansión por el territorio árabe, Aldo decide incorporarse a la caza del modelo europeo. Es entonces cuando abre sus primeras tiendas en las céntricas calles de Oxford y Neel en Londres, tomando además ciertos puntos comerciales de zonas más rurales, pero con gusto zapatero. Más tarde, la firma volverá a Asia, pero con el propósito de ir más allá, ya que esta vez es el lejano oriente quien toma el protagonismo con una nueva localización abierta en Singapur.
Desde 2004 hasta 2010, su expansión será casi de récord : Portugal, Dinamarca, Polonia, Ucrania, Rusia, Irlanda, Turquía, Rumania, Serbia, Montenegro y Malta; Venezuela, México, Honduras y Perú; Libia, Malasia, Líbano, India, Jordania, Panamá, Indonesia, Filipinas, Tailandia, Hong Kong, Vietnam y Taiwan; Senegal, Egipto, Congo, Marruecos y Sudáfrica; y Australia, entre muchos otros países en tan solo seis años. Su expansión sigue progresando, aunque en España podemos contar con varias de sus tiendas desde 2009. Actualmente, la firma Aldo cuenta con casi 1800 tiendas repartidas en más de 80 países.
Estilo canadiense
Aldo se caracteriza por tener presente sus bases en todo momento. Es una de las marcas que triunfan por ser un modelo de negocio estable y creciente, con una solidez que se extrae de la tradición, sin perder de vista los modelos presentes y las tendencias futuras.
Sus zapatos son de calidad y las colecciones se adaptan al mundo cotidiano de hombres y mujeres de todos los rincones del planeta, ya que Aldo llega a toda la extensión del globo. La firma de zapatos cuenta con una logística y un diseño propio, donde los materiales y los estilos van variando en sintonía con las necesidades de sus clientes y de las nuevas generaciones. Además, Aldo pude presumir de adecuar su precio a un nivel adquisitivo medio alto, ya que, a excepción de algunas colecciones o modelos, la casa llega a más gente por su relación calidad ? precio.
Suelen ser modelos sencillos y básicos, aunque algunos se suman un tanto con plataformas más elevadas y estampados florales más llamativos. Es más, en el año 2012, la artista Madonna colaboró con la firma, junto a la cual diseñó una colección destinada a su propia firma 'Truth or Dare'.
Concienciación
Una parte de los beneficios se dedica a la recaudación para fondos con la intención de ayudar a la cura contra el SIDA. Aldo, a través de su campaña ALDO FIGTHS AIDS, que cuenta con página web, lleva colaborando con proyectos y asociaciones encargadas de dar visibilidad y una solución digna a esta enfermedad desde 1985. CanfAR, AmfAR y YouthAIDS son algunos de los grupos que han visto su apoyo.