En el año 1967 nacía el que se convertiría en uno de los diseñadores más prometedores de España y del mundo. Con su visión particular para una moda más femenina y elegante, Josep Font apuntó todas esas ideas y las dejó bien plasmadas en una guía a seguir dentro de su misma casa de moda de lujo. Pese a no trabajar bajo su propia etiqueta, tanto la marca como él, han sabido convivir en armonía.
El diseñador Josep Font en una de sus últimos desfiles al frente de su firma homónimaDiseñador y marca unidos
Josep Font nació en Santa Perpetua de la Moguda (Barcelona), lo que le dio la clave de inspiración y dedicación por entero al mundo del diseño. en su etapa estudiantil, se decantó por la formación en Arquitectura y Moda y patronaje, lo que le hace incurrir en la profesión del diseño de moda como una de las promesas emergentes del momento al poco de terminar su titulación profesional.
Se inicia desde muy pronto en los circuitos de pasarelas de moda más importantes y sobre las alfombras rojas más destacadas de nuestro país en forma de vestidos y diseños únicos para las celebs del momento. Por entonces, lucir uno de sus diseños era llevar una obra de arte en sí misma, solo que de manera discreta y con mucho glamour.
Se consagra como el diseñador artístico de la firma Del Pozo, uno de los más prometedores, tras la muerte de Jesús Del Pozo en 2012. Antes de ese gran salto que le supuso, con el cual se le ha llegado a considerar como el diseñador de la Reina Letizia, recibió más de un premio por su excelente creatividad y trabajo : el Premio l'Óreal a la Mejor Colección en la Pasarela Cibeles (MBMFW) en 2000 y 2004, además del galardón como Premio Nacional de Diseño de Moda en 2014.
Le invitan al poco de empezar su carrera en solitario a participar en la Semana de la Alta Costura de París, regida por la Fédération Française a Couture. A este ha seguido muy vinculado como diseñador creativo de Del Pozo, aunque su propia firma también está presente en los circuitos de pasarelas de moda de lujo gracias al terreno allanado que dejó antes de su salida.
La calidad de la feminidad
La firma nace en el año 1991, al poco tiempo de graduarse su propio fundador. La pasión que él puso a la hora de emprender con este gran negocio fue la misma que, años más tarde, le impulsó a seguir adelante con sus respectivos trabajos fuera de la casa que creó. Aun así, hay muchas particularidades que siguen estando presentes en la esencia de marca Josep Font.
Diseño de dos piezas en blanco y azul con volantes y volúmenes típicos en Josep FontDesde su apertura, la casa se crea con la intención de crear y vender ropa de calidad con un diseño único para sus colecciones propias prêt-à-porter y para una línea exclusiva de novias. Pese a que muchos otros se suelen adaptar a las tendencias del momento, esta marca es una de las que sigue creando a partir de su propio ADN, sin intervención de influencias ajenas, sino de su propio entorno en el que se mueve desde que nació hace ya más de 25 años.
Los materiales se escogen uno por uno y con un estudio previo muy minucioso. Además, las colecciones se confeccionan todas ellas en unos talleres artesanales situados cerca de sus orígenes: Barcelona. Una ciudad muy característica para el entendimiento de una nueva moda y la contemporaneidad de cada uno de sus modelos. Por lo que la relación existente entre el entorno y su procedencia son dos características muy importantes para entender la filosofía de esta marca.
Dificultades dentro de la casa
La firma sufrió un duro golpe al ser destituido, causa que todavía sigue vigente tras el juicio emitido en el año 2008, en el cual el diseñador creativo y gerente de la empresa Josep Font no podía volver a diseñar bajo la etiqueta de su propia firma. Esto vino precedido de una serie de disputas legales y profesionales relacionadas con su socia y accionista mayoritaria Carmen Ayats, la cual sigue llevando las riendas del negocio a día de hoy.
La relación entre el toque personal de la firma y el del propio fundador son las siluetas ultra femeninas, actuales y cien por cien funcionales. Los cortes limpios, las líneas bien definidas y muy depuradas, así como la elegancia implícita en cada uno de sus modelos son las definiciones que han trascendido más allá de las barreras (legales) impuestas por los problemas empresariales. Porque el diseño creativo de Josep Font sigue presente en la que un día fue su marca propia.
En lo más alto
Actualmente, se pueden visualizar las propuestas creadas por la firma Josep Font en las pasarelas más exclusivas de las ciudades referentes en moda de lujo, como lo son París, Madrid, Barcelona, Nueva York o incluso Tokio. En esta última capital, la mano creativa de Ana Cristina García -quien se encarga del diseño creativo de la firma hoy en día- ha sabido como encontrar su posicionamiento en un público asiático totalmente distinto al europeo.
El año 2002 no solo supuso la entrega de su segundo premio a la marca con la Mejor Colección de la Pasarela Cibeles, sino que se crea una línea nueva totalmente exclusiva '2 de Josep Font' y la cual irá destinada a un público joven entendedor de las tendencias, la esencia del creador catalán y con una adaptación a los gustos más actuales, pero sin por ello recurrir a las copias o inspiraciones. Con esta línea, la marca Josep Font sigue siendo la misma, adaptando su esencia a un grupo distinto de la población.
Vestido de novia modelo 408 con inspiración años 20Las ciudades con más encanto
Al tratarse de una firma de lujo, no podían faltar sus centros de creación exclusiva para una parte muy pequeña de su público. Ya que en Madrid cuenta con una tienda lista para sus propuestas prêt-à-porter, que son las que suele mostrar en las pasarelas, solo que adaptadas a la calle y quitando la parte más artística de la que requiere el desfile; Barcelona y París, dos de las ciudades más queridas de la firma y a las cuales presta mayor atención, son las que cuentan con un showroom en el cual solo unos pocos afortunados tienen la posibilidad de personalizar los diseños.
Como no podía ser de otra manera, una firma de lujo no sería considerada como tal sin sus múltiples grandes colaboraciones. No siempre se lleva a cabo una unión entre diseñador y firma ajena, sino que es la propia casa Josep Font la que pone su nombre al vestuario de Barbie en el año 1992, crea una colección de productos para el lanzamiento de Nivea Soft o un mobiliario exclusivo para el artista Oscar Tusquets.
