El estilo urbanita y francés que destaca entre sus líneas textiles son las que triunfaron entre las celebrities de los años 60. Parece que los años no pasan para una firma que sigue poniendo el punto de atención en esa época, donde el espíritu hippie inundaba las portadas y los estilismos.
Giselle Bündchen en la Paris Fashion Week para Chloé, 1998Una historia de glamour
Nacida en 1952 de la asociación de Gaby Aghion y Jacques Lenoir, se presenta en París como la opción más trasgresora en contra del new look de Dior, que triunfaba en ese momento. Siguiendo el modelo de reinvención de la moda femenina que catapultó a Chanel, Chloé busca su inspiración en los estilismos bohemios y el reflejo del futuro tom boy.
Tan solo tres años después de su fundación, Gaby Aghion se hace con el control de toda la firma. El espíritu sesentero que siempre le ha caracterizado, ha sido la línea estética a seguir, mostrando la faceta más bohemia y femenina de la mujer Chloé.
Se trata de una firma muy reconocible por el uso de los colores nude, reflejo de ese espíritu relajado : beige rosado, menta, azul hielo, vainilla, oro, crema y blanco puro son las siete tonalidades que hacen inconfundible a sus piezas. Tanto en su línea textil como en sus perfumes, la marca parisina es un ejemplo de transgresión calmada.
Los estilismos modernos se adaptan a los cánones clásicos, que se ven unidos entre el contraste que Chloé ofrece a través de sus volúmenes ligeros, volantes muy chic y piezas alargadas a ritmo de folk. La luminosidad y la delicadeza de sus composiciones se adaptan al fenómeno fan que se creó en torno a su figura: un referente de estilo para la cultura pop ? rock del momento.
La revolución sesentera
Chloé significó el reflejo claro de un avance que continua hasta nuestros días. Durante los años 60 se estaba demostrando una liberación de la mujer, tanto en estilo como en la propia sociedad. Un sistema de derechos y la dotación de mayor autonomía que han permitido llegar hasta la emprendedora y trabajadora de hoy.
Natural, divertido, parisino, espontáneo, sencillo, vibrante, joven, optimista... calificativos que determinan la legitimidad de la firma. Piezas muy femeninas y lujosas a la vez que no han restado glamour a sus colecciones textiles y las líneas de perfume.
El recorrido de la moda por esta firma ha sido más breve que otras, sí; pero igual de intensa y arriesgada. En el año 1957 se presentó en sociedad su primera colección en el Café de Flore ? lugar regentado por artistas de la talla de Picasso o Camus -, dejando de lado los desfiles privados que se habían realizado hasta la época. Desde ese momento, muchas otras macas han seguido su ejemplo, conquistando las pasarelas de más de medio mundo.
Sus creativos
Pero será en la entrada de los años 60 cuando entren a formar parte de esta firma algunos grandes de la moda como Karl Lagerfeld, Maxime de la Falaise, Graziella Fontana, Gérard Pipart y Micèle Rosier. Pero fue el primero quien logró hacerse con el puesto de director creativo en 1966. Una reinterpretación del estilo retro y los estampados de sus piezas que llegan hasta nuestros días.
Vestido Kasmaninoff, 1973Aun así, De la Falaise también tiene su pequeña placa histórica dentro de Chloé junto a su fundadora. Conjuntamente diseñaron una de las piezas que ha hecho grande a la firma: el vestido camisero Embrun. Durante esta época también renace la clásica blusa blanca, a la cual se le añaden unos volantes ligeros en el cuello en uve.
Ligado a la esencia del arte, Lagerfeld diseña el vestido Tertulia, que se inspira en los cuadros bohemios de la época, en 1965. Pero la revolución llegó sin duda el mismo año que el hombre llegó a la luna: Chloé introduce los pantalones de tela anchos, más cómodos y ligeros. Más tarde, la capa se añade al estilismo de sus colecciones como un must.
Nace el prêt-à-porter
Su primera gran boutique se abrió en 1972 en la Rue de Brac, seguida de otra en la Rue de Gribeauval. Desde la cual pasó a formar parte del grupo de representantes del prêt-à-porter comprendidos por firmas de la talla de Yves Saint Laurent, Eykiel y Kenzo. Los cuales se reunían en torno a Mode et Crèation fundada por Pierre Bergé.
La inspiración al arte no se queda solo ahí, sino que Lagerfeld también se encarga de diseñar el vestido Rachmaninoff, realizado a través de motivos geométricos y el mix del blanco y negro. Habrá que esperar hasta 1982 para reflejar las pinturas del artista español Antonio López a través de una prenda: el vestido Ankor, que sugiere una reinterpretación de la música como modelo expresivo.
Antes de ceder el puesto de Lagerfeld como diseñador creativo a Dunhill en 1985, lanza el vestido cisne, que ha sido remasterizado en más de una ocasión por la firma. Junto a Gaby Aghion al frente de la casa, el nuevo nombramiento se ve reforzado por el lanzamiento de Chloé USA ese mismo año.
Los complementos que caracterizan a la maison tuvieron su primera línea de accesorios lanzada en Japón en el año 1991. Gracias a todas las líneas y colecciones que se han lanzado, Chloé entra a formar parte del grupo empresarial de lujo Vendôme en 1993, cuando deciden comprar la firma.
De Lagerfeld a McCartney
Tras ese cambio, una joven Stella McCartney de 25 años sustituye a Lagerfeld, que había vuelto tras una pausa para retomar las colecciones que se le habían quedado pendientes. Gracias a ella llegan a la casa una serie de cambios que sorprende a las voces críticas que habían calificado su puesto como un "enchufe".
Los medios de comunicación se convierten en una cadena de difusión necesaria. En su primer desfile al frente del cargo, la diseñadora presenta su colección bajo los focos y la sintonía de All You Need Is Love, un guiño a los jóvenes The Beatles a los que perteneció su padre.
El sueño duraría hasta 2001, cuando le ofrecieron a la británica su propia marca. En ese año, Phoebe Philo asciende en la cadena de mando para mostrar sus ideas sobre el estilo romántico y una visión de modernismo propio de la tradición mediterránea. Con ella la firma adquirió otra esencia, aunque no la misma importancia que con McCartney, ya que Philo no tenía una buena relación con los medios.
El lado juvenil de Chloé
Pese a ese desliz, la línea See by Chloé con su toque juvenil nace el mismo año de su entrada. Aunque no es lo único que consigue Philo al frente de la línea textil, sino que lanza el primer bolso icono de la casa en 2004: el Bracelet; seguido del Paddington, el primer it bag de tamaño XXL que se convirtió en viral entre las grandes celebrities.
Además de ser nombrada British Fashion Council en 2004, la marca también se lanza a abrir su primera tienda en Moscú con ella al mando creativo. Pero, debido a su poca amistad con los medios, la diseñadora decide retirarse de la escena pública y abandona el puesto para no perjudicar la publicidad de Chloé. Un joven Paulo Melim, del equipo de Philo y que había adquirido previa experiencia en Marni junto a Martin Margiela, renueva y revoluciona las filas de la maison parisina.
Aunque no duraría mucho al mando, ya que Hannah McGibon, también perteneciente al equipo de Phoebe Philo, sustituye a Melim en 2008. Este hecho se convertirá en el primer caso de expulsión de la primera línea del diseño de la firma francesa.
Sasha Pivavorova para la campaña otoño/invienro 214/2015El bolso como icono
En el año 2010 nace el bolso Marcie, otro de los iconos de la casa. Seguido más adelante de The Faye en 2014. Lo que parece común a todas las etapas - o a la gran mayoría de ellas ? es el it bag de la nueva generación, que se crea entorno a la figura de su diseñador creativo y el estilo que propone durante su cargo.
El último cambio de director creativo al frente de la firma Chloé es el nombramiento de Clare Waight Keller en el año 2001, la actual representante de las colecciones presentadas. Con ella se devuelve ese espíritu más bohemio y vintage de aires que recuerdan al estilo hippie de la casa. Al igual que el alemán Karl Lagerfeld, se encargará de casi la totalidad de los frentes: prêt-à-porter, accesorios, fragancias, colecciones permanentes de See by Chloé...
Como autoregalo de aniversario, en 2012 se celebra una presentación de su libro a modo de autobiografía de la firma en el Palais de Tockyo, símbolo de vanguardia y estilo cosmopolita de la ciudad y la propia Chloé. Aunque es en 2016 cuando la página web se crea con la intención de avanzar dentro del mundo e-comerce. Una exploración de sus límites que todavía no ha tocado techo.
Chloé no ha significado solo el lanzamiento de un espíritu libre y bohemio, sino que también se ha representado en diferentes actrices, como Jane Birkin, Kate Hudson en la alfombra roja de los Oscar de 2001 y Liv Tyler; modelos, como Kate Moss; o cantantes, como Madonna en su videoclip Ray of Ligth (1998), Kylie Minogue en In Your Eyes (2002).
